REFLEXIÓN | LO QUE NO SE VE
Banderas rojas Las banderas rojas existen para protegernos. En todos los contextos de la vida significan lo mismo: detenerse y observar. En el deporte, una bandera roja detiene el juego. En la playa, advierte que el mar no está en calma. En la carretera, una luz roja nos pide frenar antes de avanzar. En las relaciones ocurre igual, solo que las señales no siempre son visibles. A veces no gritan. No se imponen. Solo susurran esa sensación incómoda de que algo no está bien. Las banderas rojas emocionales aparecen como gestos, actitudes o silencios que dejan una marca interna. No siempre indican maldad, pero sí advierten que seguir sin conciencia puede ser emocionalmente peligroso. Algunas son evidentes, otras se presentan como pequeñas pistas: falta de empatía, una incoherencia constante, una calma extraña frente al dolor ajeno. Y muchas veces no se muestran de inmediato. Necesitan tiempo para revelarse, porque hay personalidades que saben parecer normales, ...